¿En algún momento de la vida a todos nos pasa que tenemos que dar un paso importante. El punto es que son muy pocas las personas que manejan la toma de decisiones sin quedar atrapadas en cuadros ansiosos y de estrés. ¿Cuál es la consecuencia? La vida va ganando terreno y nuestro accionar se vuelve temeroso y vacilante. Para terminar con este círculo vicioso, existen algunas actitudes que podemos tomar:
1.-Definir las metas: antes de entrar en pánico, lo importante es saber qué es lo que queremos. Una vez que clarificamos esto, toda nuestra existencia cobrara un nuevo sentido.
2.-Buscar Referentes: antes de tomar una decisión, no está demás consulta con otras personas que han pasado por la misma situación, por supuesto, sin perder de vista que es una experiencia ajena y que solo es un ejemplo.
3.-Analizar opciones: sin perder la calma, es importante determinar cuáles son los riesgos y beneficios de cada decisión; por ejemplo, si decidimos comprar una casa en vez de alquila, debemos estar cien por ciento seguros de que nuestra economía no se verá alterada.
4.-Recordar el pasado: de las experiencias siempre se aprende, por eso, antes de tomar una decisión final, hay que tener presente otras situaciones vividas, ya que esto es lo que nos va moldeando y preparando para enfrentar nuevos desafíos.
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