Chicory está relacionada con la capacidad anímica del sentimiento maternal y el amor abnegado. En el estado Chicory negativo estas cualidades se dirigen a lo negativo y se truecan en egoísmo.
Muchos niños necesitan Chicory. Desde la cuna se advierte que reclaman la continua atención de los miembros de la familia y reaccionan con malhumorados berridos cuando se les deja solos. De mayores, ya no logran nada con el llanto, apelan a otras tretas, a todos los recursos, desde la zalamería a enfermar e intentar pequeñas coacciones: «Haré mis tareas escolares, pero sólo si mañana puedo faltar a gimnasia».
Chicory es un estado anímico negativo que no debe pasarse por alto y que siempre atrae energéticamente la compasión de los demás. Se presenta en ambos sexos y a cualquier edad y se basa sobre todo en querer ejercer influencia, tener exigencias, no querer abandonar ideas, cosas y sentimientos.
Pongamos atención, por ejemplo, en cómo se saludan dos fa¬mosos tenores en una recepción: por fuera con jovialidad y acen¬tuado espíritu de colegas, pero en su interior se adivina el pe¬queño Yo acurrucado y alerta para ver si el otro cosecha más muestras de simpatía que él. Este comportamiento es también típicamente Chicory.
Algunos describen este sentimiento como un agujero negro o un tonel sin fondo que necesita ser llenado sin cesar con dedicación, reconocimiento y autoconfirmación. Para satisfacer esta necesidad en estado Chicory negativo, la persona pone en juego su recia voluntad y toda su destreza manipulativa. Como en un estado tan vacío uno mismo no puede dar amor, se sufre de inseguridad interior y variados miedos de perder. Cuando a pesar de este déficit afectivo, se logra activar los sentimientos estos tienen inevitablemente carácter de inversión: «Te amo, a condición de que...». Una experta inglesa en el sistema Bach describe gráficamente el estado Chicory negativo como el de The needy mother (La madre necesitada), en contraposición al estado Heather, «el niño necesitado».
En los individuos acentuadamente Chicory existe en potencia una gran fuerza interior y auténtica capacidad de amar, que también se puede despertar si la persona está dispuesta a realizar un giro interior. Evidentemente, el agujero negro sólo se puede llen¬ar con la fuente del amor que brota en nuestro interior, que fluye incesante de nuestra alma. Tan pronto ponemos abnegadamente esta actividad al servicio de los demás y del Gran Todo, de acuerdo con los mandamientos de nuestra alma, advertimos cómo esta fuente de amor divino comienza a manar y sentimos crecer en nosotros una fuerza y seguridad increíbles. Entonces ya no necesitamos imponer la dedicación y el amor, porque vendrán por sí solos. Tampoco habremos de temer volver a perder esta dedicación, porque la fuente interior del alma no se agota.
El propio Bach comparó el estado Chicory positivo con el arquetipo de la «madre universal», el potencial maternal del alma que está latente en todo ser humano ya sea mujer u hombre. Los esotéricos dan a este respecto la hipótesis de que en Occidente hay tantos individuos en estado Chicory negativo, porque se han separado de la conciencia demasiadas facetas de esta gran energía madre arquetípica y sólo se han concentrado en una, la más fácil de aceptar, la de la «virgen», personificada en la Virgen María, por ejemplo. Otra interesante reflexión esotérica es que los individuos que en muchas existencias han estado bajo la influencia universal de una “madre Iglesia” que exige obediencia.
Las personas en estado Chicory negativo muestran una acentuada postura a la expectativa. A menudo, basta que aparezcan por la puerta para saber lo que desean. El ejemplo clásico de un estado Chicory negativo es la «supermamá» que subyuga a su hijos con invisibles brazos de pulpo, y en los más débiles de voluntad deja traumas para toda la vida. Constantemente preocupada por los asuntos de su familia y su ramificado circulo de conocidos, pretende inmiscuirse en todo. Organiza, critica; gobierna y dirige como una mariscala. Siempre tendrá algo que perfeccionar, proponer o censurar. Lema: «¡Sólo lo digo por tu bien!».
La madre Chicory muy a menudo es infinitamente servicial más aún, casi impone a la familia sus actos de bien, y cuidado con que no sean aceptados con gratitud. A los caracteres de acentuado matiz Chicory les gusta disponer de los sentimientos de la vida de sus allegados en una especie de intimo orgullo de propietario.
Las madres Chicory sólo se sienten bien en el círculo de «su seres queridos». Los hijos, ya adultos, deben viajar desde muy, lejos para pasar los días de fiesta con mamá para no decepcionarla, y si se oponen, la buena señora insiste tanto por teléfono que consigue hacerlos venir.
No a todos les resulta fácil liberarse del amor de una madre tan posesiva. Algunos hijos y sus familias viven durante decenios bajo su influencia y pierden la oportunidad de realizar importantes progresos en su propia vida de pareja. Cuando, por fin, un hijo encuentra las fuerzas para liberarse, la madre Chicory manifiesta claramente su decepción. «¡Cómo puedes hacerme esto después de todo lo que hice por ti!», se queja llena de autocompasión.
Aunque usamos aquí a la supermadre para ejemplificar el estado Chicory negativo, también se da, por supuesto, con la misma frecuencia en los hombres. Así, no existe casi ningún jurista sin este potencial.
Detrás de cada estado Chicory hay un profundo vacío anímico, un vacío interior, a menudo la sensación de ser indeseable y no querido por nadie. De hecho, no pocas veces antecede a un estado Chicory negativo una infancia desprovista de amor.
En estado Chicory positivo, la gran energía maternal puede ser desembolsada positivamente, sacamos de lo que está lleno, podemos dar desinteresadamente, sin esperar una retribución exigirla interiormente. Abogamos por los demás con auténtica entrega. Extendemos alas de calor, amabilidad y seguridad bajo las cuales otros seres pueden sentirse amparados.
En la práctica, casi siempre encontramos en los casos Chicory una madre problemática, así como una cantidad de síntomas somáticos concomitantes, por ejemplo: manifestaciones patógenas de sujeción, manifestaciones de estancamiento de la energía en el dominio inferior, manifestaciones físicas de intoxicación emocional y espiritual. Entre los antiguos egipcios la Chicory ya era considerada la amiga del hígado.
Síntomas clave del estado Chicory
Postura posesiva de la personalidad que se inmiscuye y manipula en demasía. Espera una total dedicación por parte de los demás cuando no se logra imponer la propia voluntad, se exterioriza una actitud de autocompasión.
Síntomas en estado de bloqueo
• Egoísmo, despotismo, postura excesivamente exigente.
• Cumple el papel de gallina clueca en cuanto a las necesidades, deseos y procesos de la propia familia y el circulo de amigos.
• El individuo siempre tiene algo que observar, proponer corregir.
• Superprevisor, súper atento.
• Nunca hace algo sin reflexionar.
• Amor condicionado: «Te amo, si...».
• Intenta alcanzar mucho por la vía indirecta.
• Manipula, procede con diplomacia, demuestra destreza en la táctica con tal de imponer la propia voluntad o conservar su influencia.
• Coacciones afectivas.
• Quisiéra mantener lazos afectivos ya superados, por ejemplo, la relación madre-hijo, novia-novio, y otras.
• Le cuesta perdonar y olvidar.
• Siente miedo tácito a perder amigos, relaciones o posesión
• Se siente fácilmente relegado, postergado u ofendido.
• Autocompasión: «Nadie me quiere».
• Exagera en la descripción de la propia «miseria».
• En ocasiones se refugia en una enfermedad para despertar simpatía o ejercer influencia.
• Cuando no logra imponer la propia voluntad, se enoja eventualmente hace el papel de mártir.
• Rompe en llanto por la ingratitud de los demás.
• Habla de lo que «el otro le debe».
• Niños que siempre reclaman atención.
• Problemática psicológica de madre.
Potencial en estado transformado
Arquetipo de la «madre eterna».
• Con gran amor y auténtica abnegación se preocupa por lo demás.
• Se entrega sin esperar ni necesitar retribución.
• Calor, amabilidad, delicadeza; está cobijada en sí misma.
• Ofrece a los demás protección y seguridad.
Recomendaciones para las personas en estado Chicory
• Ejercicios de relajación física.
• Hacerse dar masajes.
• Ejercicios respiratorios para armonizar el corazón.
• Frases de programación positiva:
«Doy sin exigir»;
«Libero lo que sujetaba»;
«Respeto los límites de cada individuo»;
«Saco de lo que está lleno»;
«Hallo seguridad en mí mismo»;
«Abro en mi provecho la fuente divina que hay en mí».
CHICORY (REMEDIO C)
Aspectos positivos
Personas con gran fuerza interior y gran capacidad de amar, continentes, cariñosas, afectivas, con un tipo de amor maternal desinteresado que se encuentra latente en todo ser humano, tanto hombre como mujer que da sin pretender recibir, sinceramente interesado en los demás.
Quienes pueden dar calidez, amabilidad, seguridad y protección a otros, en un marco de libertad e independencia hacia aquellos a quienes aman, respetando el lugar individual de cada uno.
Las personas Chicory poseen un penetrante poder de discernimiento, acompañado de una voluntad implacable, una infatigable determinación hacia la consecución de las metas que se fijan y un espíritu de justicia hacia los más débiles.
Cuando se encuentran en desequilibrio
• Personalidades dependientes, preocupadas por que los quieran, buscando garantías afectivas. Atentas a no ser pasadas por alto o lastimadas.
• Someten al otro o se hacen las víctimas.
• Aman en forma egocéntrica, egoísta, posesiva, tanto consciente como inconscientemente.
• Buscan ser centro, atraer la atención sobre sí todo el tiempo.
• Pueden intentar suicidarse o hablan del suicidio. Siempre se sienten víctimas (del tipo histérico).
• En ambos sexos y en todas las edades, personas muy demandan¬tes, aferradas a ideas, objetos, sentimientos y personas. Tienen dificultad para desprenderse de lo que sea.
• Comen con avidez pero selectivamente.
• Esperan mucho de los demás. Temen perder amigos, relaciones posesiones.
• Madre judía o italiana que no suelta a los hijos, agarrándolos con tentáculos invisibles.
• Personas que tienen que saber todo y estar en todas las situaciones, tanto de la familia como del circulo de sus amistades.
• Personas que siempre se meten en todo, organizan, critican, dirigen a los demás.
• Personas que siempre tienen algo que corregir, sugerir o cambiar.
• Amor posesivo y manipulador que busca gratitud, reconocimiento, y recompensa.
• Detrás de cada personalidad Chicory suele encontrarse una persona con gran vacío interior, muchas veces sintiéndose no querida y seguramente no habiendo sido bien amada.
• A veces se ve en gente con cierta carencia afectiva que los hace ser como un "barril sin fondo", demandando permanentemente amor, afecto, reconocimiento como reaseguro. Por esa inseguridad interior siempre temen perder afecto, cosas, que entonces buscan ganar por la fuerza.
• Para quienes lloran con extrema facilidad. Discutidores. Se irritan. Son quejosos.
• Les resulta difícil olvidar y perdonar.
• Se enojan si no logran lo que quieren, haciéndose los mártires sintiendo cuán ingratos son todos.
• Evitan contacto físico con la gente. Tienen dificultades con el contacto de piel a piel. No saben besar.
• Hay personas cuyo egoísmo, egocentrismo y posesividad se manifiestan como avaricia.
• Hacen sentir culpables a sus seres queridos si no los obedecen.
• Muchas veces es el complementario de una persona Centaury.
• Se manejan predominantemente en relaciones bipersonales.
• Se ofenden con mucha facilidad, se aíslan, se retraen si no consiguen lo que pretenden.
• Apegados a su trabajo. Son personas que trabajan muchos años en el mismo lugar. (Relacionado con su estilo posesivo.)
• Eligen profesiones que les permiten el dominio sobre los demás.
• Así como les gusta comer pero selectivamente, también eligen sus figuras de apego.
• Personalidades fuertes. Relaciones simbióticas. Relaciones de sobreprotección. Organizan y dirigen a su familia alrededor de ellos.
• Para aquellas personas que dedican un cuidado excesivo a la casa.
• Pueden llegar a enfermarse para dominar y obtener compasión.
• Como a la personalidad Chicory negativa le cuesta soltar, dejar desprenderse, es indicado dar el remedio también en adicciones.
• Se deprimen ante situaciones de abandono.
• Producen asfixia por el abrazo de tipo emocional tan fuerte que resulta opresivo, agobiante, abrumador. Por eso da resultado en el ASMA tanto en niños como en adultos.
• En NIÑOS que son hijos únicos o que permanentemente demandan atención, y lloran con desesperación cuando los dejan solos.
• Niños muy posesivos con sus juguetes.
• Niños que buscan cualquier recurso para chantajear afectivamente.
• Personalidad que toma y no da. Hace reclamos que, aunque vale¬deros, terminan aprisionando o aferrándose al objeto de su afecto.
• Controlan todo, hasta el tratamiento del que son objeto.
• En duelos, porque se aferraron al recuerdo del muerto o del novio que dejaron.
• En depresión post-parto por haber tenido que soltar al bebé.
• En mujeres con trastornos al nivel de los estrógenos. Suele regularizar el período menstrual.
• En trastornos cardiovasculares, siempre como agregado a la terapéutica implementada por el médico especialista.
• En hipotensión.
• En personas celosas o aferradas a recuerdos que no pueden soltar.
Cuando se ha tomado Chicory, si estuvo bien indicado
Al tiempo la persona se siente mucho más relajada, de mejor humor y comienza a desprenderse de cosas que venía acumulando a lo largo del tiempo a pesar de que hace mucho que ya no las necesitaba.
También se observa que crecen mejor y más fuertes las uñas y cabello.
Saca la depresión, cuando ésta está relacionada con algunas emociones en desequilibrio que cubre esta flor.
Permite dar una mano cuando se la piden y tranquilamente, sin esperar recompensas.
Verbalizaciones más frecuentes
• "Haré ésto hoy sólo si no tengo que hacer lo otro mañana."
• "Sólo te lo digo porque te quiero bien."
• "Cómo me puedes hacer esto después de todo lo que yo hice por ti."
• "Si ya no sirvo más para nadie, ya sé lo que me queda por hacer.'
• "Yo te quiero a condición de que tú..."
• "Gracias a mí eres lo que eres."
• "Puedes ir adonde quieras, que yo me voy a quedar sola aquí es¬perando que regreses, sea la hora que sea."
• "He sacrificado mi vida por mis seres queridos, y ¿qué recibí a cambio?"
• "¿Cómo me dices eso a mí?".
• "Mejor estaría muerta."
• "Nadie aprecia lo que hago."